NO HAY MUCHO QUE FESTEJAR

Mucho festejo por el triunfo y la obtención de la Copa Oro para la selección mexicana de futbol, el título les dio alegría y logró quitar la presión por el gran fracaso en la Liga de Naciones al ser goleados 3-0 por los Estados Unidos. México vivió un domingo de mucho jubilo, la gente volvió a abarrotar un escenario para apoyar al tricolor, se ganó y se festejó.

Pero en realidad es tanta la emoción que hemos perdido el enfoque y saber que México debe ganar la Copa Oro cada vez que se lleve a cabo, con infraestructura del balompié mexicano, no se puede permitir no ganarlo, de no hacerlo se debe considerar fracaso, se llame como se llame el técnico en turno.

México lamentablemente no es de tener paciencia en proyectos largos, tan es así que Diego Cocca no duró ni seis meses al frente del tri y no dudaría que Jaime Lozano, quien llegaba solo para la Copa Oro, se pueda quedar como técnico de forma permanente. Los hechos en nuestro futbol así nos lo han demostrado, aquí todo puede pasar. Hoy todo es felicidad y alegría, pero hace menos de un mes se corrió al técnico anterior con un enorme fracaso.

Cierto es que hay selecciones como Estados Unidos y Canadá que han venido trabajando muy bien, tanto que ya han desplazado a México hasta el tercer lugar. Ahora bien, México por su historia y calidad de jugadores no debería estar “sufriendo” para ganarle a Panamá y mucho menos ante Canadá.

Hoy el título sirve para calmar las aguas y nada más, ahora es momento de tomar una buena decisión, o sigue Jaime Lozano o se busca otro perfil, uno que encaje con lo que los directivos buscan, porque así llegue Zidane, la calidad de los jugadores será la misma.